El último estudio publicado en la revista BMC Medicine, analizó la vida de más de 60.000 británicos. Los hallazgos fueron claros, los investigadores calificaron la dieta mediterránea como una ayuda clave para gozar de una buena salud.
El estudio distribuyó a los individuos de tal manera, que analizaron la adherencia que tenían a la dieta y el riesgo genético que tienen cada uno de padecer demencia.
A lo largo de una década hubo 882 casos de demencia, aunque los que llevaban a cabo una dieta mediterránea estricta tenían un 23% menos de riesgo de desarrollar la enfermedad en comparación a los que comían de manera diferente.
El doctor Oliver Shannon, profesor de nutrición humana y envejecimiento en la Universidad de Newcastle y autor del estudio dijo que encontrar varias formas de reducir el riesgo de desarrollar demencia era una «gran prioridad» para la salud pública. La demencia afecta a millones de personas en todo el mundo y actualmente hay opciones limitadas para tratarla.
Para llevar a cabo el estudio en cuestión, los autores reunieron a los hombres y mujeres de 40 a 69 años, usaron sus registros del Servicio Nacional de Salud, durante una década y hubo 882 casos de demencia. Aunque los que siguieron una dieta estricta mediterránea tuvieron un 23% menos de riesgo de desarrollar la afección a comparación de los que no la seguían. Los autores del estudio identificaron que el riesgo de demencia y la adherencia a la dieta mediterránea se mantienen vinculados.
Las intervenciones dietéticas se tendrán en cuenta de cara a futuras estrategias de prevención.
En definitiva, de acuerdo con las conclusiones, comer alimentos de origen vegetal puede tener un efecto protector contra la demencia.
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